Cuentos del Jíbaro es una compilación de microrrelatos que Demipage difundió semanalmente a través de correo electrónico durante un año, creando así una comunidad amazónica de lectores invisibles que cada jueves seguía las fabulaciones del autor.
Historias de todo tipo pero siempre interesantes, que sugieren pasados, construyen personajes, presentan situaciones, regalan descripciones. Obras de arte forjadas con palabras y silencio. Dosis homeopáticas de literatura. El libro está dedicado a Silvina que, como su propio nombre indica, es el hábitat natural del jíbaro.
«Hay en Cuentos del Jíbaro un idioma cuidado y el equilibrio de fondo. Y difícilmente puede conseguirse mayor eficacia en dimensiones tan pequeñas. Aquí si funciona la consigna de guerra de los minimalistas: crear es quitar […] ¿Qué estabilidad sacuden estos Cuentos del Jíbaro? Las convulsiones llegan al inconformismo peculiar del escritor. Mientras sonríe, comprueba las fragilidades del suelo que pisamos. En muchas de sus páginas caen, hechas trizas, las bagatelas ilustres, las simulaciones de la vida cotidiana, la espiritualidad de baratillo.» Francisco Javier Irazoki.
Texto: Juan Gracia Armendáriz