Entrevista a Emily Nudd Mitchell

VIAJANDO CON EMILY NUDD-MITCHELL

Por Belén Galindo

Descubrimos las acuarelas de Emily Nudd-Mitchell de una forma azarosa y quedamos maravillados ante su precioso trazo y la capacidad de trasladarnos a lugares exóticos que a veces tienen vínculos con un territorio o un país determinado, pero otras no. Porque la mayor virtud de esta ilustradora es la de conectar con sus lectores, más allá de cualquier tipo de frontera, con ese territorio que a todos nos es común y que representa lo mejor de lo que somos.

Acaba de publicar -de la mano de la Editorial Demipage- su primer libro que ahora os presentamos: Los viajes de Emily Nudd-Mitchell. Es nuestro pequeño capricho malfenti, esta vez.

La Casa de los Malfenti: Algunas personas viajan para descubrir otros mundos; otras, para encontrarse a sí mismas ¿cuál es el fin con el que viaja Emily Nudd-Mitchell?

Emily Nudd-Mitchell: Para mi familia, viajar es una cosa instintiva. Mis bisabuelos (inglés y suiza) viajaron a América el siglo pasado, su hijo desembarcó en Normandía en 1944. Así empieza la historia. Siempre nos movimos naturalmente, yo viajé por primera vez a Senegal a los 6 años, por primera vez sola a Inglaterra a los 7 años. Tengo primos por todo el mundo, mi hermano vive en Inglaterra, mi hermana dentro de poco, en Estambul… No tenemos fronteras.
Viajé también siguiendo una llamada interior después de ver a mi hermana volver renovada de un viaje de 6 meses a Egipto. Ella me enseñó el camino para encontrar a la gente fuera de nuestro país. El pueblo, las personas que lo habitan, es lo más importante para mí. Creo que un país vive gracias a sus ciudadanos. Aprendí mucho viviendo con ellos, son pobres pero se apoyan, nos albergan, nos hablan. Llegué en España por eso, encontré aquí otra vez gente humana y sociable.
Por fin, viajé por casualidad (¿o es el destino?) porque una asociación me propuso un trabajo de profesora de dibujo en Medio Oriente. Pensé: cuando una puerta se abre, pasa. Así entré en el viaje.

LCM: En su primer libro, nos lleva de viaje por algunos países de África y Oriente Próximo ¿escogió este recorrido por alguna razón concreta?

ENM: Fui allí donde se me abrió la puerta. A Senegal porque fui a ver dos amigos senegaleses que me propusieron recorrer el país de manera local, y vivir con una familia. Al final fui como una hija más, me encantó la experiencia. A Oriente Próximo viajé para acompañar a un grupo de adolescentes franceses que necesitaban distanciarse de Francia y de su familia. Resultó ser una experiencia múltiple del viaje, en especial el encuentro con gente nueva, y el apoyo a niños despellejados. Y a Turquía, porque mi primo turco se casó en Estambul y nos invitó a todos. ¡Cómo perderme este evento!

LCM: El viaje tuvo que ser una maravillosa experiencia y también una odisea, como nos cuenta en su libro. ¿Cómo transcurrió? ¿Cuánto tiempo estuvo viajando por África?

ENM: Fueron 3 semanas en Senegal, 6 meses en Yemen pasando por Egipto y una semana en Turquía. Hoy, de vuelta a Europa, me divierte ver cómo mi cerebro olvidó todas las partes difíciles que ocurrieron durante la odisea… El avión perdido, el bus roto, la policía, al final se aprende a apañarse en cualquier situación. Nunca hay más problemas en la vida, todo tiene solución. No se puede plantear nada, sino seguir cada dirección que nos da la vida. Así todo es más fácil, más o menos… Y ser feliz siempre, porque no sirve de nada quedarse en la tristeza.

LCM: ¿Viajó sola? ¿Cómo organizó una aventura así en la que hubo lugar para disfrutar tanto pero también para coger un virus estomacal o para vivir travesías por carreteras interminables?

EMN: En Senegal, seguí a mis amigos Pape e Issa, así pude vivir como una senegalesa de verdad. Siempre conocí a gente local en su compañía. Es la mejor manera de conocer el alma de un país. Normalmente, no organizo nada, me dejo llevar por la gente que encuentro. Al llegar en un sitio, me siento en el café, y siempre viene alguien a hablarme. Cuando un día me dijo un amigo egipcio «si yo fuera a tu país, sería igual, nos encanta conocer a gente nueva», no supe qué contestar.

LCM: Los protagonistas son los amigos que transitan el libro, pero también las ciudades, las leyendas, los objetos con los que se topa… me resulta difícil definir su libro en un solo género, quizá porque es muchas cosas a la vez: un libro de viajes, una BD, un tratado socio-filosófico, un diario, un poema… ¿cómo lo definiría la autora?

ENM: ¡Me encanta esta definición: no se sabe! Me dijo un amigo ilustrador que inventé un nuevo estilo. Diría que disfruto cada página, es gustativo. Veo una escena, la apunto, la enmarco, la detallo o no según el mensaje. A veces quiero ser dura, a veces quiero ser infantil, ingenua, pero nunca es tan ingenuo, ni gratis.

LCM: El tono de sus trabajos me parece esencial. Más allá de la belleza de sus dibujos, o de la capacidad de transmitir al lector, están la serenidad, el optimismo, la humildad y el buen humor que impregna todos sus trabajos. Supongo que es un comentario que le harán con frecuencia…

ENM: ¡Con mucha frecuencia! El hada de la felicidad, así me llaman. Tengo una sensibilidad tan grande que no soporto el sufrimiento. Desde siempre ha sido así. La realidad no es tan fácil. Pero cuando llegué a África y recorrí Oriente Próximo, encontré a gente pobre y triste que no se quejaba ni enseñaba nada. Todo fue compartir y apoyarse mutuamente en busca de la felicidad. Aprendí mucho de ellos, ahora es mi filosofía.

LCM: Hay también a veces pequeñas chispas de melancolía en su libro. Esas que se esconden en los silencios de un paisaje o de un horizonte increíble donde sobran las palabras…

ENM: Por ejemplo, en Egipto dibujé la isla de Choraneya por la mañana. Tenía la costumbre de madrugar para disfrutar de la calma tranquila y dibujar el amanecer, captar el paisaje, sin que pueda ocurrir nada. Estas horas son preciosas, no me permití perderlas. Luego empezaba la realidad, la gente nos contaba sus vidas nada fáciles, y yo me encargaba de mi trabajo, tampoco fácil. Tal vez intentaba fijar estos momentos para mantener la quietud del amanecer, para tenerla siempre a mano. Si estoy mal, abro mis cuadernos, curada.

LCM: Sus dibujos hablan y cuentan que Emily Nudd-Mitchell sabe cómo descubrir el alma de todo lo que le rodea con los dibujos, los colores y algunas palabras: ¿quién le enseñó el secreto?

ENM: A mí también me supera. El secreto es escuchar. Si escuchas al mundo, ya verás todo lo que nos cuenta.

LCM: El respeto es primordial también en su obra. En Los viajes de Emily Nudd-Mitchell nos muestra sin juicios preconcebidos cómo viven los demás. Es una actitud por desgracia poco habitual a nuestro alrededor…

ENM: Mi madre siempre me dijo que el juicio no sirve de nada. Cada uno debe hacer su propio camino, su destino, su experiencia vital. Hay que aceptar esto, sin juzgar. El respeto hacia el otro es fundamental.

LCM: Su procedencia es francesa, de Normandía, con ascendientes británicos, ha recorrido numerosos países y actualmente vive en Madrid ¿cómo influye su carácter de «ciudadana del mundo» en su trabajo?

ENM: Ser ciudadana del mundo me da curiosidad, quiero entenderlo todo, porque creo que cuando se entiende, se respeta. Cuando llegué sola por primera vez a Inglaterra a los 7 años, me sorprendió mucho mi nuevo ambiente. Entendí rápidamente que lo más importante es la comunicación, la llave de la felicidad. El otro no me da miedo, cada nuevo encuentro me enriquece. Es la idea que quiero transmitir con mis dibujos. Si puedo ser un hilo entre la gente pasando por mis imágenes, yo encantada.

LCM: ¿Qué supone para usted dibujar? Defínalo.

ENM: Dibujar es comunicar, es un pasaporte internacional. Dibujo para los demás, y quiero compartir mis dibujos para llevar un mensaje.

LCM: ¿Cuándo empezó a hacerlo?

ENM: Dibujo desde siempre, a mi madre le venía perfecto porque nunca me aburría esperando en el dentista. Mi padre tenía cajas llenas de mis dibujos. Había en el comedor un mueble antiguo lleno de hojas, lápices y rotuladores. A mí me parece un tesoro, ¡mi mejor amigo!

LCM: Estudió en la Escuela de Ilustradores, para poder trabajar en ese oficio ¿cuáles eran sus sueños en su época de estudiante?

ENM: Uno de mis primeros recuerdos me lleva a cuando era una niña mirando los libros infantiles, como si supiera que ése sería mi trabajo, fascinada. Escribir y dibujar. Escribo y dibujo para mejorar la vida de la gente y darle felicidad. Entré en la famosa escuela francesa de arte Emile Cohl para aprender técnicas plásticas. Luego, el viaje ha surgido como un regalo al final de mis estudios. Pero tenía disponibilidad porque había sido un sueño a lo largo de la carrera, estudiando a viajeros dibujantes (Hugo Pratt, Troub’s, Marjane Satrapi).

LCM: ¿Y cuáles son ahora que ya ha visto hacerse realidad su primer libro?

ENM: Cuando nací, mi abuelo me regaló un cuento infantil francés, Emilie Jolie. Emilie dice «Haz que tu sueño coma tu vida, para que tu vida no coma tu sueño». Siempre sigo sus palabras. Hoy me alegro del libro precioso que acabamos de publicar, y sigo dibujando y contando mis hallazgos por aquí en Madrid. Tal vez en breve vendrá un viaje a Tailandia donde vive mi prima.

 LCM: Acaba de presentar su trabajo en la Feria del Libro de París, ¿qué tal la experiencia? ¿Cómo han recibido sus compatriotas su primer libro, editado por Demipage?

ENM: Mis compatriotas quisieran poder leerlo en francés. Me encantaría que el libro fuera publicado en mi país, mucha gente me lo pide además. Pero para eso es necesario encontrar un editor francés. Esto también podría ser otro sueño cumplido.

 LCM: Quienes le admiramos, podemos seguirle también en su blog ¿es un poco como su pequeña familia de amigos, Emily? ¿Por qué se llama Calle Verde?

ENM: Como cambio a menudo de casa, encontré en mi blog una casa móvil. La encuentro en cualquier sitio. Me permite compartir mis dibujos con mi familia, mis amigos, y los demás, todos bienvenidos. Calle Verde es la dirección de mis padres. También es una calle en Bruselas en la cual todas las paredes están pintadas.

LCM: Háblenos de su trabajo cotidiano, ¿cuál es su método de trabajo en su día a día en Madrid?

ENM: Me dedico a diferentes trabajos, ilustración, pintura, decoración, publicidad. También doy clases de idiomas 4 días a la semana. Andando a clase en diferentes sitios, aprovecho para dibujar la ciudad de Madrid. Me permite conocer a más gente. Estupendo, sigo con mis bártulos de siempre en el bolso. ¡Seguro que ya me viste!

LCM: ¿Y sus próximos proyectos?

ENM: Por ahora compartir mis experiencias de viaje a través mi libro precioso. Se puede comprar en www.demipage.com, yo me quedo a su disposición para dibujar dedicatorias bonitas. Y llegan las noticias en mi blog www.emilydibuja.com. Todos bienvenidos.

LCM: Muchas gracias, Emily. Y mucha suerte.

Emily Nudd-Mitchell

Publicado en la revista literaria virtual La casa de los Malfenti.

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